9 nov 2007

VUELVO AL COMIENZO


Como el frío invierno, mis lágrimas se hacen cristales al saber que, 
desde que te fuiste tu único recuerdo seria tu fotografía que plasmada yace en mi cabeza.

El frío escarcha los vidrios y el silencio se vuelve insoportable.
Fragmentos de tiempos pasados solo quedan, 

trozos sueltos y desparramados como los de un espejo roto que reflejo la soledad y diviso el miedo del nunca volver a ver lo que antes parecía eterno.
Si cada gota de lluvia fuese una pizca de miedo, locura, deseo, impaciencia, soledad, 

el mundo quedaría inundado en los sentimientos humanos, 
habría niebla a desilución
y aroma a anhelo.
Anhelo de una puerta que guìe hacia la felicidad, 

donde detrás de ella se divisen caminos de encuentro que viajen hasta donde llegue la vista.
Donde en el camino hacia la felicidad te topes con el encuentro, 

que te presenta a la amistad, quien comparte a su amigo el amor, 
quien te ofrece la mano de la ternura, 
que aceptara al ser en si, y al destino.

Pero...

El destino se burla de mi al hacerme perder la felicidad del encuentro del amor, quien suelta a la ternura dejándome solo/a en mi ser entre fotografías, escarcha en los vidrios, silencio y trozos sueltos del pasado que reflejan la soledad en vidrios rotos que antes divisaron el miedo.