17 mar 2008

SUEÑOS SOÑADOS


Ya habían pasado muchos años. Y de la pequeña ciudad solo quedaban barrios. Todos sus habitantes llegaban de otros lados, y solo unos pocos eran originarios. 
Entre ellos una anciana que solo se había quedado. Y todos se preguntaban que le había pasado. Pues su familia ya había emigrado. Pero ella se quedo sola esperando.. 
Muchas veces se la veía recorrer un barrio. El cual estaba destrozado y devastado, sin saber que a la anciana le interesaba el parque de al lado. Un parque pequeño adornado de sueños y recuerdos. Los sueños de aquellos que se fueron sin poder amar, los sueños de los que amaron y descansan en paz, los sueños de los que aun esperan en un banco a que la compañía les extienda la mano.

Dicen que una noche, vieron entrar a la anciana a su vieja casa, pues esta estaba abandonada. Luego de unas horas la vieron salir. Con una caja del color del barniz. Los mas valientes se acercaban y le preguntaban, cuales eran los misterios de la caja, a lo que Ella contestaba: " Un sueño, nada mas". Los sueños no se guardan concordaban los muchachos. Pues esta vieja anciana nos esta egañando. 
Era una anciana, que le iban a hacer. 
Sus motivos ella debía tener..

Fue así que pasaron días, meses, y algunos años... 

Hasta que un día salió en los diarios, que la anciana los había dejado. 
Había muerto de vieja, pues el tiempo gano esa vuelta. La habían encontrado en el parque de los sueños sobre un banco de cemento. 
Su rostro calmo estaba cereno, y entre sus dedos habia un llavero. Dos angelitos de porcelana con una llave, unidos cada uno por un alambre. 
No era mas evidente. Era la llave de la caja que misterios guardace. 


Al momento en que misteriosamente comenzo a nevar, como si el invierno llorace, un par de muchachos pidieron la llave. Al recibirla entre copos de nieve, se encaminaron a la casa que la anciana frecuentaba a ratos. Siguieron los pasos que la anciana había dejado, pues el polvo era mucho y nunca nadie había limpiado. Las pisadas los enviaron a un cuarto del segundo piso, y dentro de el, a un mueble pequeñito. 
Con cautela y silencio lo abrieron, y allí encontraron la caja del sueño. 
Pequeña y compacta, de buena madera, no esperaron mucho, pues la impaciencia era tremenda. 
Un giro...dos... quitaron el candado para encontrar lo que va a continuación. 


Un diario con las fraces mas hermosas que alguien pudo escribir. Recortes de diarios de tiempos pasados y una moneda de la amistad. Una púa de guitarra y una flor disecada. Unas cuantas hojas escritas e invitaciones a fiestitas. Un pequeño osito de peluche emparchado y en el fondo un par de fotos de aquellos años. Eso era todo. Después de todo, era una caja con momentos. Era lo que había dicho la anciana, una caja que contenía: "Un sueño, nada mas"...