20 jun 2008

.-.SUSPIROS DE NOCHE, EL CIELO ADORNADO DE ESTRELLAS.-.




Fueron siete pasos al vacio. Siete pasos a lo desconocido y mundano a la vez. Siete largos pasos al pozo.
Y que paso se preguntaran...
Cayó...
Cayó como nunca antes había caído.
Y se golpeo.
Se desmayo.
Quedo inconsciente soñando con esos siete pasos que había dado sin caer.
Despertó..
Despertó tres meses después en lo profundo del pozo. Tres mese que parecieron ocho años.
Ocho años de oscuridad.
Ocho años de olvido y llanto.
Y el tiempo... El maldito tiempo estaba jugando una vez mas con el. Y por lo visto no pensaba en detenerse.
Jugaba ala resistencia.. A experimentar cuanto tiempo podía resistir el corazón humano sin recibir sangre que bombear al ahogarlo con sus granos de arena.
Pero la arena es simbólica..
Es solo arena, la cual se te cae por entre los dedos..
...Agua... Agua de lluvia...
Si. El llanto de los ángeles y sus sucesores inundaban el pozo. Y el estaba dentro de este. Y se ahogaba...
No... Ahogarse es una forma de morir. Pero El simplemente estaba muriendo. Solo... muriendo por dentro. Sin sangrar. Sin ahogarse ni nada. Solo en el sufrimiento puro del olvido...
Estiro su brazo en la espesura de la oscuridad buscado un ignicio de la salvación, una mano estrechada, una mirada.
Pero nunca hubo nadie...
Como si fuera mágico ceso la lluvia, y rosas rojas coronadas por sus pétalos comenzaron a caer, posandose sobre el arenoso suelo, cubriéndolo, adornándolo de rojo.
Pero...
Rápido como lo que dura la muerte, se marchitaron y solo quedaron hojas, pétalos y ramas secas. Sus espinas permanecieron en la superficie del pozo y en todo su espacio, como descubriendo que nunca hubo gravedad para ellas...
El las ignoro...
Miro hacia arriba en busca del cielo, se cubrió rápidamente el rostro pues... Punzante dolor, gota de sangre, una espina en su cuerpo.
Nuevamente busco el cielo, una ayuda, una estrella y su deseo, una salida. Lloró, y sus lágrimas se perdieron en el arenoso suelo.
Punzante y profundo dolor. Otra espina, esta vez en su corazón.
Y así una y otra ves.
Busco en el cielo una estrella y su deseo. Dolor punzante , espina clavada, gotas de sangre.
Busco él y en el cielo . lloro. mirada perdida. Punzante dolor, y mas dolor.
Se le desgarra el corazón..
Cae de bruces, se marea, se tumba, se duerme. No siente nada.
Ni el viento que lo acariciaba, ni el Sol que lo desvelaba. Ni siquiera sus caricias perdidas ya en un vago recuerdo que se llevo el mismísimo viento.
Ultimo esfuerzo. Estiró su brazo, abrió su mano sin dejar escapar ni una sola gota de imaginación, y al cielo suspiro un ultimo deseo en letras de canción. Espero, y concluyo:...
Olvido, toma mi mano.
Silencio, susúrrame al oído.
Oscuridad, muéstrame un camino.
Cielo...
Cielo... llévame contigo...