20 feb 2009

--INSACIABLE--

La noche era iluminada por el resplandor de la luna nueva de Enero.
Silenciosamente una joven campesina caminaba con pasos silenciosos por las afueras de su pueblo.
Su cabello era medio corto, sus ojos profundos y en su rostro se reflejaban los últimos suspiros de la inocencia…
Caminaba contemplando la cortina que el bosque formaba, y se perdía en la luz que se colaba por entre las hojas ya casi muertas de los frondoso arboles predominantes del bosque.
No muy lejos de la entrada del pueblo, junto al aljibe, la joven diviso un cuerpo humano que se encontraba recostado a un costado…

La joven se acerco primeramente con cautela, y al divisar que era una muchacha, luego con prisa.
La tomo entre sus brazos, y a pesar de ver en su rostro sangre y cortes profundo, se perdió en sus ojos de un azul cristalino.
La muchacha desconocida, consiente, le sonrió y le dijo: “estas bajo mis encantos”, y sonriendo dejo a la vista unos delicados y brillantes colmillos.
La campesina parecía perdida en unos ojos que dejaban atrás las sombras de la muerte misma, y mientras las cicatrices se cerraban en el rostro de la joven vampira, y se limpiaba la sangre con la ropa, la campesina exclamo: “eres hermosa”…

Los embrujos y la magia eran artilugios poderosos en aquella época, pero más letal que nada era el poder hipnótico que los vampiros realizaban al divisar a un humano desprotegido y humilde.
La mirada era tan cautivante como ver las hermosas luces de la aureola boreal de los polos hoy en día. Un iluminar frio, que te atrapaba en tus mas magníficos sueños….

La vampira tuvo a la joven cautiva en sus ojos y la llevo a un descampado… Caminaron de la mano todo el camino. Mientras bailaba tarareaba una canción, y la campesina meneaba la cabeza a su compás.
“Es extraño que nadie te este buscando” exclamo la vampira… y la observo.
La campesina era realmente hermosa…
“Seria una pena, desperdiciarte”…..
La campesina miraba todo el paisaje como si nunca lo hubiera visto.. Parecía totalmente perdida.
“Pero…..” exclamo seguidamente..
Al dudar la vampira y perder la concentración, la joven despertó de su sueño y salió corriendo hacia el bosque…..
La noche era demasiada espesa y la joven mientras se adentraba cada vez mas al bosque, a pesar de la luz que la luna emanaba la joven no podía ver mas allá de lo que se encontraba bajo sus pies….
Detrás de ella la vampira saltaba por entre las ramas de los arboles.
“Podríamos haberlo hecho mas fácil mi amor” le gritaba la vampiresa a la joven mientras apresuraba el pazo..
La campesina corría sin rumbo sin pensamiento y sin aire.
Cuando sintió que un cuerpo caía sobre ella y se acercaba a su oído..
“Has corrido en vano y te as puesto en un peligro mas allá de la muerte. La luna llena no perdona y tu escapas de mi?”…
“Somos insaciables” continuo, “pero los que están ahí afuera son bestias sin mas que hacer a las familias infelices”.
La joven cobro valor abrió sus ojos que estaban completamente fuertemente cerrados y le vio el rostro sano por primera vez ya que una as de luz se colaba por entre unas ramas mal cruzadas.

Esta vez se quedo hipnotizada sin hechizo de vampiro.
Su rostro mostraba preocupación y sus ojos tristeza….
Humano y vampiro se miraron y un deseo se coló por entre su piel…
Se miraron sus rostros se acercaron, hasta que sus labios estaban a un milímetro..
Podían sentir el calor de la piel a pesar de que la noche era muy fría…
“Somos insaciables” repitió en voz baja la vampira, y sus labios se entrelazaron como si danzaran al compás de la música que la naturaleza producía…
Los labios de cada una viajaron entre el cuerpo de la otra se desnudaron en la oscuridad, y nadie sabe porque, pero se dejaron llevar.
“Insaciables?” pregunto la campesina. Y le mostro su cuello..
La vampira no lo dudo, y con mucha delicadeza mordió el cuello de la joven a la que estaba desnudando…
La humana sintió el placer y el dolor mezclados, y sus ojos se comenzaron a teñir de celeste, y sus oídos comenzaron a escuchar la respiración en voz alta, y al oír decir a su creadora “somos como una sola”, su voz se quebró y se entrego por completo a los deseos que la noche le arrastro asta su cuello.
Pero nadie más fue testigo, solo la noche, de la sed nueva que había nacido.
Una sed, Insaciable.