28 may 2012

REGRESO DEL OTRO YO


Como si hubiera reencarnado un viejo guerrero,

Tumbada en el suelo.

Abrió los ojos y en ellos se reflejaron el viejo espíritu del Enden Volair.



Igual.

Intacto en odio y en amor.

Intacto en espíritu.

Era el mismo ser…



Respiraba con dificultad.

Aun tenía la sensación de bronca de su último día sobre la tierra.

La tierra que había amado.

La tierra por la que había viajado.

La tierra y su energía.

La tierra que se había olvidado de su existencia.

Traidora…



Pero ahí estaba después de una eternidad dormida.

Había vuelto.

Y era peligrosa.

Quien calmaría a la bestia?

Quien ataría sus garras a las piedras?

Quien podría ¡Ho Dios, quien podría!…



Se quejo entre risas, pues estaba alegre de regresar.

Y reía de su desgracia salvadora.

Reía.



Pero se levanto y al instante desapareció.

Fue atada por la misma persona en que dormida se encontraba.

Sabia de su existencia.

Sabia de su locura.

Su creación.

Su demonio.

Su odio.



Nadie temió.

Nadie se dio cuenta.

El cielo permaneció igual.



Esos ojos que se abrieron por un segundo se maravillaron al ver la luna.

La luna.

Creyó que la luna había muerto. Pero aun vivía.

Y ahí quedo despierta ahora. Peligrosamente despierta.

La locura; su locura.

La creación; su creación.

El demonio; su demonio.

El odio; su odio.

Ella; su otro “Yo”...